marzo 25, 2017

Transparencia y administración pública.

Estamos en un año electoral, habrá elecciones presidenciales y parlamentarias, esto implica, entre otras cosas, que los servidores públicos estarán bajo escrutinio, habrá cuestionamiento y/o reconocimiento a la labor de éstos.

No es posible ignorar el hecho que los individuos tienen intereses propios que mueven su acción. Por otro lado, la idea de administración publica nos señala que ésta debe estar guiada por la noción del interés general. Es decir, por un lado tenemos a los individuos que buscan su interés personal y por otro las instituciones publicas que deben promover el interés general para hacer posible una sociedad, para que una comunidad de sentido sea posible. Hay una suerte de contraposición de intereses lo que representa siempre un desafío para la sociedad.

La administración publica, para llevar a cabo su misión, necesita de "funcionarios públicos" o "servidores públicos", los que primero son individuos y, como tales, buscan sus intereses propios, pero al actuar dentro de la administración publica deberían ignorarlos y preocuparse solo del interés general.

Pero en el mundo real, esperar que los servidores públicos se desentiendan de sus intereses propios y se preocupen solo del interés general, es por decir lo menos... ingenuo.

Lo anterior nos lleva a que es necesario crear las condiciones para que el estándar de la actividad publica sea el requerido, lo que implica resolver el tema de cómo deben organizarse las instituciones.

En tal sentido, el principio de transparencia parece ser la herramienta adecuada para salvar la dificultad, es decir, para lograr que en mayor medida los individuos que actúan en la administración publicas lo hagan para la consecución del interés general y no para el beneficio personal usando sus cargos públicos. El principio de transparencia entonces, convertido en norma, hace posible, o debería hacer posible, esperar que la probidad sea un elemento importante en la acción de los servidores públicos.

Por desgracia hoy la corrupción recorre nuestro país y ésta es transversal ya que todo el espectro político esta involucrado en casos de corrupción. Esto por cierto que afecta la calidad de las políticas publicas que se impulsan, lo que se traduce en un perjuicio para quienes se encuentran en una situación de precariedad en distintos ámbitos.

En nuestro país existe el Consejo para la Transparencia,  una institución que busca promover la transparencia en la actividad publica, es una institución cuyo directorio es nombrado por el Presidente en ejercicio con acuerdo del parlamento. Esta institución necesita tener una mayor visibilidad, que muchas más personas la conozcan y sepan de sus objetivos, que sepan de su existencia.

Vivimos en una sociedad donde existe un culto (una cultura) al individualismo, es decir, donde el individualismo es aceptado e incluso valorado, por lo que el tema de la transparencia en la acción de los servidores públicos es aún mas relevante ya que no existen muchos incentivos para actuar solo pensando en el interés general.


www.consejotransparencia.cl




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