diciembre 18, 2013

Claro triunfo de Bachelet en un contexto de crisis de representatividad.

Finalmente, con un 62% de los votos,  Michelle Bachelet se impuso en el balotaje este 15/12/13, lo que representa el regreso de la centro izquierda chilena a la moneda. Esta vez los desafíos son otros, pues la sociedad ha cambiado mucho, hoy con la expectativa de realizar cambios profundos en nuestro país que permitan disminuir considerablemente la inequidad que caracteriza al modelo de desarrollo imperante en nuestro país, y que es un hecho reconocido transversalmente.  Al respecto la misma Bachelet ha declarado que su gobierno estará enfocado en dar "un giro ciudadano", lo que quiere decir que se hará cargo de los temas relevantes de la agenda pública actual. Para tal efecto actuará desde tres ejes centrales: educación, reforma tributaria y nueva constitución.


El resultado de esta elección presidencial se sabía desde hace bastante tiempo, lo que no se sabía con certeza era la cantidad de votos que lograría Bachelet sobre el universo electoral. El 62% que apoyó a la candidata de la Nueva Mayoría es un resultado impresionante, sin embargo ese guarismo debe ser contextualizado sobre el universo total de electores, y ahí los números indican que la nueva Presidenta fue elegida por alrededor de un 25% del electorado que estaba habilitado para votar. Innegablemente es una cantidad exigua, que habla de un fenómeno que merece ser analizado: la alta abstención, que en Sociología es denominado como "crisis de representatividad".

El proceso y su resultado es legítimo, pues cumple con todas las reglas del juego democrático de nuestra institucionalidad política vigente. Sin embargo nadie podría negarse a reconocer que la baja participación ciudadana afecta la representatividad del resultado. Los motivos por los cuales la mayoría se restó a participar son variados y representan un desafío para toda la clase política para que con su actuación provoquen un cambio positivo en la percepción ciudadana, pues existe un cuestionamiento hacia ellos, con niveles de apoyo menores al 20%.

La Presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría tienen la oportunidad de demostrar con hechos a la ciudadanía que los elegió y también a quienes no la apoyaron, que su regreso al poder  está motivado por una convicción real para hacer los cambio profundos que nuestro país necesita para hacer de él un país mas igualitario, más solidario, donde el bienestar y el progreso  llegue también a las mayorías. Mientras ello no ocurra no alcanzaremos la meta de ser el primer país Latinoamericano en lograr el estatus de país desarrollado. El concepto de país desarrollado ya no se mide solo considerando su PIB per cápita, hoy en el mundo desarrollado el progreso de los países se mide en tres dimensiones: económica, social y ambiental. Lo anterior exige un aggiornamento de las autoridades que tendrán la responsabilidad de conducir los destinos de nuestro país por los próximos cuatro años.




No hay comentarios.:

Dilemas de la lealtad

 La lealtad presenta dilemas muy complejos y sobre los cuales no existe una sola opinión. Prácticamente es imposible decir que en nuestra vi...