Los discursos de Matthei y Bachelet en el balotaje (segunda vuelta).

Discursivamente hablando Bachelet llega al balotaje con un discurso más nítido, que logró instalar en la opinión pública, sobre todo porque es coherente con los temas que están en la agenda: educación  gratis y de calidad para todos, nueva constitución (generada en democracia) y reforma tributaria profunda para obtener los recursos que permitan concretar su programa. Detrás de este discurso subyace un ethos político de centroizquierda, con una visión de país que se propone a la ciudadanía, con su receta para disminuir significativamente la desigualdad existente en nuestro país.


Sin embargo este nítido discurso esta muy expuesto, tiene inconsistencias de origen: primero, existe una gran diversidad ideológica en el conglomerado político que lo apoya, la Nueva Mayoría, donde hay diferencias significativas en temas importantes; segundo, es un discurso que genera muchas expectativas en la gente, lo cual es un arma de doble filo, pues en caso que dichas expectativas no sean satisfechas, tendrá efectos devastadores para su conglomerado en las siguientes elecciones presidenciales del 2017. No existe la misma claridad a la hora de exponer el cómo se van a alcanzar los objetivos propuestos en el programa de gobierno, existe una suerte de ambiguedad en temas importantes, precisamente por la diversidad ideológica de la Nueva mayoría, que va desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista.

El discurso de Matthei por su parte, no se ha logrado instalar con la misma facilidad en la opinión pública. Éste puede sintetizarse en: continuidad al modelo actual de desarrollo en sus aspectos "positivos", estado subsidiario, emprendimiento personal, crecimiento económico, etc., pero con el reconocimiento que hay que hacer las correcciones necesarias, es decir combatir los abusos corporativos, luchar para disminuir la desigualdad (aunque no está tan claro cómo se luchará contra la desigualdad, pues su fórmula ha perdido credibilidad). Es decir, no es tan claro cómo se va hacer cargo de los temas de la agenda del Chile actual, más bien parece que su discurso no está en fase con los temas de ésta. Lo que no se entiende fácilmente es la baja participación del electorado de centro derecha, cuyo promedio se calcula en torno al 40%, baja que se constituye en todo un fenómeno digno de estudio. Al respecto Matthei afirma: "Frei subió 20 punto entre la primera y segunda vuelta en la elección pasada", y con ese tipo de antecedentes, que no se si será comparable con esta elección, la candidata mantiene su optimismo en un buen resultado.

Sin embargo, todo indica que Bachelet se impondrá con relativa facilidad en esta segunda vuelta, lo que no se sabe es cuál sera la cantidad de electores que concurrirán a votar, y los primeros análisis sugieren que serán menos aún que el 50% de la primera vuelta. El fenómeno de baja participación instala un tema relevante, el de la representatividad del resultado, que a mi juicio sería muy frágil, pues Bachelet podría ser elegida Presidenta de la República con un 25% del universo electoral.
La alta abstención es todo un fenómeno político cuyas causas hay que buscarlas principalmente en la desigualdad existente en nuestro país, donde el desarrollo no llega a ese 50% que se siente excluido del desarrollo, y su forma de protesta se expresa no participando en un acto electoral, acto que es clave en una democracia.