Elecciones 2013 y su contexto ciudadano.

Mañana 17 Noviembre 2013 será día de elecciones en Chile, y está bastante claro que la ganadora será Michelle Bachelet. La duda es si su triunfo será en primera o segunda vuelta. Bachelet propone una agenda ambiciosa, basada en tres ejes: modificaciones profundas al sistema educacional, una nueva Constitución y una profunda reforma tributaria para llevar adelante su programa. Tiene atributos como empatía, cercanía y simpatía,  que le permite llegar con facilidad a la gente y ese es un plus importante y que explica en gran medida su liderazgo.

Respecto a su triunfo en primera vuelta, los análisis no son suficientemente categóricos, principalmente por que se estima que solo un poco mas del 50% del universo de electores concurrirá a votar, lo que deja un amplio margen a la especulación sobre ese potencial 50% que no está decido a participar, pero que podría a ultima hora hacerlo en una cantidad impredecible.  Los llamados candidatos chicos cifran en esa posibilidad todas sus esperanzas de alcanzar una votación decente. Se afirma que a mayor cantidad de participación electoral menores son las posibilidades de que Bachelet gane en primera vuelta... pues las preferencias del virtual 50% que se declara decepcionado de los políticos es transversal, por lo que nadie puede garantizar hacia que candidaturas podrían favorecer en caso que decidan participar. 

En este contexto, la centro derecha chilena solo está apostando a mantener su representación parlamentaria, para continuar siendo un actor relevante en nuestro sistema político.

Está claro que Matthei no logró entusiasmar a su sector, pues todas las encuestas le dan entre un 15 y 25%, siendo que la centroderecha tiene un potencial electoral cercano al 40 %, lo que abre un escenario de recriminaciones y análisis pos elecciones en ese sector.

Por otro lado, Bachelet obtiene un apoyo cercano al 50% en todas las encuestas, y es apoyada por la Nueva Mayoría (ex Concertación), conglomerado que solo tiene una 20% de apoyo ciudadano, lo que habla de un liderazgo personal interesante, y que es reconocido como un fenómeno en forma transversal.

Sin embargo, dado el contexto social de clamor ciudadano por reformas profundas al modelo de desarrollo imperante, lo más complicado para Bachelet será sintonizar su gestión con ese clamor. Lo anterior se ve muy complicado, pues su conglomerado tiene una amplia diversidad ideológica que va desde la DC al PC, por lo que, una vez alcanzado el gobierno, se augura una lucha interna de las distintas sensibilidades por ejercer mayor hegemonía en el poder, cuyos resultados pueden afectar el desempeño del nuevo gobierno. En los temas educación gratuita para todos y nueva Constitución no hay unanimidad, y las disputas internas afectaran la unidad de la Nueva Mayoría, la que muchos califican como una unidad solamente electoral. 

Todo lo anterior habla de la importancia innegable en estas elecciones de lo que se ha dado en llamar la "voz de la calle" y al resultado de las encuestas, donde aparecen las prioridades de la ciudadanía expresadas claramente. La agenda ha sido impuesta por los movimientos sociales, por la ciudadanía, y esto es lo nuevo de esta elección.

Pese a todo, es probable que el país continúe por su derrotero actual, con algunas modificaciones más bien cosméticas, pues no existiría una correlación de fuerzas suficientes que permitan llevar adelante cambios profundos... Al respecto es útil recordar las últimas elecciones en España, donde la acción de los movimientos sociales no tuvo gran relevancia en los resultados. Esto porque son organizaciones anti sistema, y  por lo mismo no participan en el sistema institucional establecido. Su objetivo es cambiarlo desde afuera, y eso es un proceso largo y complejo, que está solo comenzando, pero todo indica que es un proceso que llegó para quedarse.

En cuatro años más volveremos a votar, y será la oportunidad para evaluar la gestión que pudo llevar adelante Bachelet y la Nueva Mayoría, y si su liderazgo fue capaz de actuar en fase con lo que la ciudadanía soberanamente pide en la hora actual. Si cumple con parte importante de su programa demostraran en los hechos que no eran una coalición electoral que solo buscaba recuperar el poder perdido el 2009.