Catarsis en el gremialismo.

En reacción a los dichos del Presidente Piñera en contra de gente de su mismo sector durante el mes de Septiembre recién pasado, los principales lideres del gremialismo se reunieron para debatir sin complejos y dejar en claro su posición al respecto.
Aún resuenan en los medios las frases como "cómplices pasivos", "error de Matthei al votar por el SI" (Piñera) y "debilidad ética de la centro derecha por haber apoyado al gobierno militar" (Hinzpeter) y que generaron una fuerte tensión entre la UDI, el comando de Evelyn Matthei y el gobierno de Piñera.
En este mismo cónclave el presidente de la UDI, Melero, se despachó la frase quizá más dura: "PIÑERA TIENE AHORA una mayor responsabilidad sobre el resultado de la elección", la que provoco el malestar del mandatario al verse interpelado directamente.


En el gremialismo requieren dejar atrás la tensión, por eso el debate en el conclave señalado dio paso al necesario enfoque sobre el futuro de la colectividad. En tal sentid, reiteraron el apego a su ideario político, donde se señalan a la libertad individual, el valor de la familia, el libre mercado, etc. como ejes centrales. Al mismo tiempo rechazaron cualquier posibilidad de una "refundación" o de una "nueva derecha", sustentada por sectores liberales de RN y del Piñerismo.

En el citado cónclave gremialista, su presidente Patricio Melero declaró finalmente:

     “Si la derecha abandona los elementos esenciales que la han distinguido y la esencia de las ideas de la libertad individual, de un Estado regulador y subsidiario más que de un Estado ejecutor, si no defiende la profundidad de las políticas sociales que han permitido crecimiento y desarrollo y que han sido eficientes para disminuir la pobreza y la inequidad, entonces va a dejar o abandonar la legitimidad propia de su discurso, que ha sido exitoso”.

En rigor, la extrema pobreza ha disminuido ostensiblemente, sin embargo la inequidad se hizo crónica, y ya nadie puede desconocer todos los indicadores que la señalan como algo éticamente inaceptable, más aún en una sociedad que aspira a ser desarrollada. Hoy amplios sectores de la sociedad cuestionan abiertamente la aplicación del "modelo de desarrollo" neoliberal, al que responsabilizan de la inequidad. Las opiniones al respecto abarcan un amplio espectro,  pues van desde un cambio acotado a aspectos puntual del modelo promovido por sectores progresistas pero moderados, hasta quienes proponen un cambio radical, un cambio de modelo.

Quienes tengan una respuesta creíble a los temas instalados por la ciudadanía en la agenda, seguramente tendrán un apoyo considerable en las urna en noviembre próximo, y un tema esencial es la inequidad.