Renuncia del Papa Benedicto XVI.

Benedicto XVI ha renunciado a su pontificado este 28 Febrero 2013, y al respecto se hacen conjeturas sobre las razones de ello y también se critica o apoya su decisión.
Se especula que hay divisiones y traiciones (filtraciones de sus cartas y escándalos sexuales) al interior del Vaticano, lo que habría influido en su decisión. Para unos su renuncia es contrastada con la situación de su antecesor, Juan Pablo II, quien  resistió hasta su muerte en el puesto con su salud muy quebrantada, lo que resulta coherente con la fortaleza física que caracterizó su accionar durante su apostolado. Se pretende con esto cuestionar la decisión de Ratzinger, afirmando que debió resistir hasta el final.
Ratzinger, considerado un intelectual de la iglesia católica,  llego como un conservador al asumir por su critica a la Teología de la Liberación de los años 80. Sin embargo en su pontificado se incorporó a obispos anglicanos, que son casados, lo cual pone en entredicho de alguna manera a la institución del celibato dentro la iglesia.
También, en su encíclica "Caritas in veritate", toma una posición clara respecto a temas sociales, pues se critica a la globalización, al economicismo imperante en la mayor parte del mundo, a la ideología tecnocrática , etc., todos aspectos predominantes en la sociedad occidental actual, que tampoco resulta coherente para un conservador...
Durante el periodo de Ratzinger la iglesia católica se vio enfrentada a una ola de descubrimientos de casos de abusos sexuales, de pedofília, que obligaron a ésta a tomar una posición clara al respecto, terminando con el silencio y abrir las puertas y ventanas para que dichos casos sean investigados, castigados, y dados a conocer a la opinión publica como nunca antes. Se trata de una reacción adecuada, por la gravedad de los hechos, que se supone siempre han ocurrido, pero que silenciarlos hoy era impensable dada la cobertura y el fácil acceso a los medios de comunicación de las personas, el poder de las redes sociales, que determinan a una siempre vigilante opinión publica.
Lo concreto, respecto a su renuncia, es lo declarado por el pontífice, quien señala a su deteriorado estado de salud y avanzada edad, como determinantes en su decisión. Es indudable que tan importante cargo eclesiástico requiere una salud compatible, por lo que dicha razón es muy atendible.
Queda por ver si el sucesor tendrá una linea de continuidad con Ratzinger, o si llegará con una visión nueva para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la iglesia católica, considerada como una importante institución de la sociedad, tanto para quienes son sus feligreses como para quienes profesan otros credos.
Unos lo consideran un Papa valiente por su decisión al reconocer su incapacidad física para servir adecuadamente en su apostolado, otros en cambio le cuestionan por no resistir hasta el final, sobre todo por lo ocurrido con su antecesor, Juan Pablo II.
Lo concreto es que ambos pontifices representan visiones distintas, completamente legitimas, por lo que tanto las muestras de apoyo como de rechazo tienen la relevancia que otorga ser expresión de la diversidad de opiniones existentes en toda sociedad.



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