El caso de DSK, ha tenido un giro inesperado, ya que ahora la que está en entredicho es la acusadora. Esto da para pensar que podríamos estar ante un complot político para desprestigiar al que era la figura política más relevante del socialismo francés, ya que esta historia tiene los ingredientes típicos de los complots.
La política ensuciada por malos actores, cuyos estándares éticos dejan mucho que desear, son mas bien terroríficos. En este contexto los medios de comunicación hacen su negocio, ya que estos hechos venden, y en este caso ha habido mucha información contradictoria que más bien ha enredado el tema, y por eso dificil poder seguir un hilo conductor claro a la hora de informarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario