septiembre 12, 2010

Mapuches

En El Mercurio de hoy en su columna dominical Carlos Peña expresa respecto a la situación de la huelga de hambre de los comuneros mapuches presos por ley anti terrorista:

"Los mapuches dejaron de comer para impedir que se les aplique la Ley Antiterrorista. Ellos sostienen —al igual que buena parte de la comunidad internacional de derechos humanos— que al esgrimirse esa ley se está criminalizando una protesta social y política: transformando a activistas en criminales".

Chile ante el mundo está proyectando inevitablemente una imagen de país que no respeta a sus pueblos originarios, y resulta problemático entender los grandes esfuerzos de marketing y económicos que se hacen para posicionar a Chile ante la comunidad internacional. En paises desarrollados esta situación ya ha encontrado un cauce de normalidad de pueblos civilizados, donde es factible armonizar la relación entre la nación predominante con las etnias minoritarias.

Al respecto están los ejemplos de Finlandia, Canadá, Australia, y tantos otros paises que han llegado a una solución adecuada y que habla del nivel de evolución de sus culturas. Aquí en Chile llevamos cientos de años sin poder encontrar la fórmula para que nuestros pueblos originarios tengan el espacio publico que se merecen de acuerdo a su cultura y puedan sentirse dignos dentro de su propia tierra. No debemos olvidar que en Chile se discrimina al pueblo Mapuche, y con lo cual llevamos cientos de años demostrando al mundo nuestro nivel de subdesarrollo cultural. Discriminar a alguien o a un pueblo por tener su propia cultura es una aberración de parte de quien la hace, ya que está criticando o menospreciando al otro por una condición (su cultura ancestral y color de piel) que ellos no pueden cambiar, porque les es propia y se adecua a sus cosmovisiones del mundo y que por lo tanto son legítimas.

Este actual escenario político de nuestro país, donde a quedado al descubierto la precariedad de las condiciones laborales de cientos de miles de chilenos, a propósito del tema de los 33 mineros atrapados, por lo que es de esperar que de todo esto salga algo positivo. La actual ley represiva que afecta a los mapuches es claramente una violación a los derechos humanos hacia un pueblo que lucha por sus reivindicaciones,pero que se encuentra con un estado cooptado por los intereses económicos que le impiden legislar adecuadamente de acuerdo a estandares éticos de país civilizado y respetuoso de sus pueblos originarios. En todos los organizmos internacionales está claramente establecido este derecho de dichos pueblos y por lo mismo resulta incomprensible la forma como se lleva dicho conflicto. Somos un país respetuoso de los derechos humanos, una nación democrática, y que tiene una imagen internacional muy valiosa, pero que está siendo dañada con esta situación.


En el sitio internet http://www.observatorio.cl/ aparece una interesante entrevista a Juan Gabriel Valdes, respecto al tema y que considero muy clara al respecto:

-

"¿Cómo diría que ha enfrentado este conflicto el actual gobierno?
-Creo que todos los chilenos nos hemos equivocado durante más de cien años en materia de tratamiento al tema indígena y de los pueblos originarios. La aceptación de la diversidad, en este país, es extraordinariamente difícil, porque tiene una tendencia cultural hacia el monolitismo. A la gente le gusta estar de acuerdo, le parece que no estarlo constituye algo grave. Porque la diversidad es algo complejo de administrar. Por lo tanto, hemos tenido una mirada sobre nuestra sociedad en que es muy difícil incorporar lo diverso. Siento que estos errores se transmitieron también durante los períodos de la Concertación. Por lo que no voy a hacer responsable a este gobierno de una situación de esta naturaleza. Tampoco voy a justificar a grupos que usan la violencia, cuando la mayor parte del pueblo mapuche está en otra cosa. Lo que me preocupa es que esa otra cosa es una pobreza inaceptable. El tema de fondo es cómo todos hemos permitido que se mantenga en la pobreza y marginalidad a una parte importante de este grupo étnico. Por otro lado, hemos tendido muchas veces a adoptar una postura de acusación, de criminalización, a gente que está reaccionando, a lo mejor de una pésima manera, ante esta situación en que está.

Hoy día hay que cambiar esta legislación antiterrorista, que es inaceptable. Estoy totalmente de acuerdo con quienes han dicho que la idea del terrorista del mundo exterior está vinculada a Al Qaeda, a las Torres Gemelas. Entonces, es evidente que la relación entre miembros de este grupo étnico y terrorismo constituye un factor que no es digerible para una parte muy importante del mundo que nos mira. Y si ya en sí no es digerible la situación de los mapuche históricamente, es indigerible el que sigamos aplicando legislación en la que hay Tribunales Militares. Me alegro de los cambios que se están proponiendo. (Pero) es posible que no sean suficientes, porque lo suficiente va a ser un tipo totalmente distinto de aproximación al problema. Y eso implica cambios de mentalidad y de cultura, en el país".

No hay comentarios.:

Dilemas de la lealtad

 La lealtad presenta dilemas muy complejos y sobre los cuales no existe una sola opinión. Prácticamente es imposible decir que en nuestra vi...