Crisis de sentido en la sociedad actual.

Uno de los rasgos más relevantes del mundo actual es la crisis de sentido (de la vida) a la que los individuos nos enfrentamos hoy (unos más que otros por cierto). Estamos viviendo en el llamado "mundo posmoderno", cuya característica esencial es el agotamiento creciente de las llamadas "metanarrativas", discursos sociales sustentados en ideologías primordiales que pretendieron darnos respuestas definitivas para conferir sentido a la vida. La búsqueda de sentido a su vida y a su mundo es también un rasgo que caracteriza a los seres humanos, quienes están, desde su nacimiento, permanentemente tratando de huir de la "nada" o del sin sentido.

Durante siglos los grandes discursos sociales, (religiosos, políticos, filosóficos, etcétera) nos sirvieron de apoyo para dar sentido a nuestras vidas, y en estos discursos encontramos respuestas al por qué la vida y el mundo tenían un sentido. Estos discursos fundamentales se fueron debilitando al no entregarnos respuestas definitivas y ciertas sobre el sentido de la vida, ya que en su gran mayoría significaron un uso utilitario de la razón humana. Esto terminó con posibilitar el dominio de unos pocos sobre el resto, con guerras mundiales de por medio, pues al verse confrontadas las distintas ideologías que afirmaban ser las dueñas de la verdad éstas no aceptaban otras visiones de mundo, cayendo en los fanatismos.

Este rasgo histórico, llamado la condición posmoderna, a resultado en la persistente crisis de sentido para las personas, quienes no obtienen certezas o respuestas adecuadas a sus preguntas fundamentales. Las propuestas por las religiones, ideologías políticas y filosofías nacidas durante la ilustración y la modernidad produjeron grandes guerras, destrucción de la naturaleza, peligro de desastres nucleares, etc.

Gran parte de los actuales males de nuestra sociedad, son respuestas desesperadas a esta falta de sentido de la vida, por lo que los supuestos de la metafísica, que nos prometía un acceso a la verdad, un acceso al ser de las cosas, debe ser considerado como el lado oscuro de ese paradigma, pues dentro de sus limites no ha permitido a los seres humanos relacionarse con respeto. Creerse poseedores de la verdad  impide tener una actitud de apertura para tratar de entender a los otros. Debemos diseñar propuestas que nos permitan aceptar y entender nuestras diferencias para vivir en comunidad pese a nuestras diferencias.