Lucha por la hegemonía en la Alianza.

Ascanio Cavallo hace un interesante análisis político en su columna de La Tercera hoy, referido específicamente a lo que está pasando en la centro derecha, donde es notoria la pugna entre sectores conservadores y liberales, tanto desde la UDI como de RN. Esta pugna se ha agudizado a propósito de los intentos por llevar adelante, por parte del gobierno y de la oposición, una reforma tributaria y otra al sistema electoral chileno (binominal).

Al interior de la coalición de gobierno existe una lucha por la supremacía, que está influenciada significativamente por las próximas elecciones presidenciales del 2013, que ya se ven cercanas, y donde cada sector desea que sea un integrante suyo el  ungido como el candidato de la centro derecha. En ese contexto de lucha el Presidente Piñera ha debido mover sus piezas con inteligencia, pero en forma forzada (lo que siempre será complicado), ya que llevó a su gabinete a figuras importante de la UDI, para desactivar en alguna medida las criticas que le vienen de ese sector, pero al hacerlo, ha dejado a su partido (RN) en una posición desmejorada en cuanto a representación en el gabinete, lo cual obviamente es resistido desde esa tienda política.

Desde la UDI, a través de Luis Larraín y Hernán Buchi (Libertad y Desarrollo) se han hecho fuertes criticas a la gestión del actual gobierno, personalizando en Sebastian Piñera la responsabilidad en temas donde se estaría actuando desde una lógica de centro izquierda, es decir, abandonando sus banderas de lucha, libertad individual, libre mercado, desregulación, etc., para dar solución a los problemas de desigualdad que reclama la ciudadanía.

Por otro lado, desde RN, no se han quedado cruzados de brazos, y han actuado. Los hechos recientes, el acuerdo RN-DC para llevar adelante una reforma al sistema político, fue un duro golpe a los sectores conservadores, los que no quieren hacer cambio alguno al sistema binominal, ya que, según afirman desde esos sectores, hay otras prioridades que atender.

Los temas conflictivos, la reforma tributaria y electoral, tiene adeptos y detractores tanto en la UDI como en RN, aunque lógicamente es mayor la resistencia al cambio en los primeros, por lo que se puede hablar de que la división es más horizontal.

Como conclusión Cavallo afirma que la derecha chilena está aprendiendo en la práctica lo que es la esencia de la política: la lucha entre los principios y el realismo. Para llevar a la práctica los principios se debe
negociar, alcanzar consensos con otras fuerzas y confrontar las aspiraciones con la realidad, que hoy más que nunca es muy líquida (como diría el Sociólogo polaco Zygmunt Bauman: "la sociedad “moderna líquida” es aquella en que las condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas de actuar se consoliden en unos hábitos y en una rutina determinada. Los objetos tienen fecha de caducidad y son obsoletos antes de que exista la opción de conocerlos. La vida se torna precaria, frágil e incierta.), puesto que cambia constantemente y a una velocidad no conocida antes, por lo que algunos no alcanzan a percibir lo que ocurre en sus entornos, perdiendo vigencia en sus postulados.

La complejidad que ha ido adquiriendo esta lucha por la hegemonía en la centro derecha no escapa a esta realidad cambiante, por eso se entiende que se crucen las declaraciones y a veces resulten paradojales las posturas que deben tomar algunos. Es el caso, por ejemplo de Larroulet, ex presidente de Libertad y Desarrollo, que ahora está en el gabinete y debe gestionar políticas que van en contra de lo que se postula en ese Think tank de la derecha.




Link con el artículo  de Cavallo en: http://www.papeldigital.info/ltrep/2012/02/11/01/paginas/006.pdf