El llamado caso “colusión de las farmacias”, de nefasto recuerdo, y aún no resuelto del todo (a pesar que ya se dictó sentencia), de las 3 mayores cadenas farmacéuticos de nuestro país, tiene muchas aristas, una de las cuales es quizás la más relevante: su aspecto ético.
La ética general nos habla del bien como objetivo esencial para el buen vivir y cómo hacer para alcanzar dicho bien. La ética aplicada por su parte se preocupa de lo mismo pero en relación a una determinada actividad o proceso. En economía existen principios éticos y en el modelo de economía neoliberal que se aplica en nuestro país, uno de los principales fundamentos es la “libre competencia”.
Este principio de la ética aplicada a la economía fue brutalmente atropellado en este caso, ya que estos actores se coludieron para evitar seguir en una guerra de precios que les producía un margen utilidades precarios. Al actuar así se atropello un principio ético que es básico, el respeto a la persona humana, al utilizar a los clientes como medios para alcanzar un considerable aumento de sus utilidades, sin importar los riesgos a la salud a que se vieron expuestos miles de clientes, además del daño económico a las personas y a la imagen país, y a la fe pública de los mismos. Estas malas prácticas en la que caen los empresarios se ven facilitada en gran medida por la insuficiente regulación por parte del estado, quien debe velar por el bien común.
Este principio de la ética aplicada a la economía fue brutalmente atropellado en este caso, ya que estos actores se coludieron para evitar seguir en una guerra de precios que les producía un margen utilidades precarios. Al actuar así se atropello un principio ético que es básico, el respeto a la persona humana, al utilizar a los clientes como medios para alcanzar un considerable aumento de sus utilidades, sin importar los riesgos a la salud a que se vieron expuestos miles de clientes, además del daño económico a las personas y a la imagen país, y a la fe pública de los mismos. Estas malas prácticas en la que caen los empresarios se ven facilitada en gran medida por la insuficiente regulación por parte del estado, quien debe velar por el bien común.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario