1. La ciencia Moderna inaugura el método experimental como justificación de sus explicaciones, mostrando con ello una confianza en la experiencia como garante de la verdad. ¿Está justificada esa confianza?
El hombre desde siempre se ha planteado y buscado sobre todo, conocer más sobre la realidad, por los problemas que debe enfrentar y resolver en su cotidianeidad para satisfacer sus necesidades, y para saber sobre todo lo que lo rodea. Esta necesidad viene desde hace más de 2500 años en la antigua Grecia principalmente, cuando los primeros filósofos comenzaron a convertir su asombro en curiosidad por conocer los procesos de los fenómenos que se manifestaban en el universo. Antes de eso el hombre se explicaba la realidad y los fenómenos mediante el mito y la magia. Desde esas lejanas épocas se tiene la clara conciencia de que el conocimiento científico es distinto del conocimiento común, el que se muestra como superfluo, incapaz de dar razones o argumentos válidos y demostrables, lo contrario que ocurre con la ciencia, que es un conocimiento capaz de demostrar sus explicaciones refiriéndose a las causas de las cosas.
Este concepto de ciencia y conocimiento prevaleció hasta el siglo XVI, época en que hace su aparición la ciencia moderna, con pensadores notables como Galileo Galilei (1564-1642), considerado el más notable de la corriente moderna y que enfocaron la ciencia hacia el objetivo de describir los fenómenos y explicar la realidad por sus causas y por la experiencia. La ciencia moderna a partir de esa época se ha desarrollado en forma impresionante, logrando gigantescos avances en el conocimiento de la realidad como en el dominio y transformación de la misma. Al respecto todos sabemos la evolución que ha tenido el conocimiento científico en los últimos 300 a 400 años en disciplinas como la biología, la química, la física, la psicología, las ciencias en general, impulsado por hombres de la talla de Kepler, Descartes, Isaac Newton, Einstein, etc. Todo este arsenal de avances científicos no habría sido posible sin el importantísimo instrumento del conocimiento llamado el método científico, o el método experimental a través del empirismo, cuya máxima decía que solo es válido el conocimiento que esté respaldado por una experiencia sensible.
¿Qué es la ciencia? A partir del surgimiento de la ciencia moderna se verifica una fundamental diferencia entre la ciencia antigua, que buscaba explicar las primeras causas y principios de la realidad y los fenómenos, y la ciencia moderna en cambio, se plantea en forma clara hacia la investigación mediante métodos de las leyes naturales que explican las causas de los fenómenos o hechos de la realidad. Persigue la exactitud máxima posible, explicaciones sistemáticas y verificables por la evidencia empírica, con exclusión de todo lo subjetivo que pudiera aportar el científico por cuenta propia.
Hoy en el siglo XXI, la ciencia cuenta con métodos objetivos y mucho más exactos, lo que ha permitido su trascendental desarrollo en todos los frentes, tanto del mundo físico como el humano, con un grado de precisión que sorprende, como por ejemplo en el campo de la medicina en los trasplantes de órganos, o la investigación espacial, a través de la astronomía, etc. Todos estamos conscientes de los beneficios que ha dado a la humanidad la ciencia, y en tal sentido se debe recordar que ésta le debe mucho al empirismo, en su aporte a la observación y la experimentación científica. También ha significado dejar atrás explicaciones sobrenaturales a los fenómenos que eran inexplicables, ya que se han encontrado por los avances de la ciencia lo medicamentos y tratamientos a muchas enfermedades, que han permitido que hoy la esperanza de vida del hombre se sitúe sobre los 75 años.
Sin embargo hoy las ciencias han divido la realidad, existe muchas especialización, y no obstante existe la complejidad, que es un tema sobre el cual la ciencia en algunos ámbitos no es capaz de dar respuesta satisfactorias, constituyéndose en todo un desafío.
Vistos la evolución y todos los beneficios que la ciencia han dado a la humanidad, es también importante referirse a las limitaciones de ésta. La ciencia está determinada, según Einstein, quien afirmaba: la ciencia es lo más objetivo que puede conocer el hombre, pero en su hacerse, ésta es influenciada psicológicamente como todo lo que tiene la intervención de el esfuerzo humano, lo que lleva a que existan distintas respuestas sobre el significado y objetivo de la ciencia según sea la época y los grupos humanos de que se trate. A lo anterior hay que agregar el factor social, ya que la práctica de la ciencia necesariamente se tiene que dar en un contexto social determinado, el que obviamente ejerce una importante influencia sobre quienes la hacen. Estos factores inciden en la naturaleza de la ciencia haciéndola en esencia cambiante, que se desarrolla a través del tiempo y en relación con las sociedades. Se puede decir por lo tanto, que la ciencia se debe considerar como una verdad provisoria, ya que a través del tiempo muchos de sus preceptos han caído en el anacronismo, siendo reemplazados por nuevos descubrimientos, y por tal razón no se puede afirmar que la experiencia sea garante de la verdad. Como dice Popper: “la ciencia no es un sistema de enunciados seguros y bien asentados, ni uno que avanzase firmemente hacia un estado final”[1]. Para finalizar una frase de un científico chileno, Humberto Maturana, “nadie puede reclamar un acceso privilegiado a una verdad o realidad externa.”[2], y esto habla sobre la clara conciencia que tienen los científicos de sus limitaciones con respecto al acceso a la verdad que tiene la ciencia, a pesar de los avances gigantescos que ésta muestra en todos los ámbitos.
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