Carta Pastoral: Humanizar el desarrollo de Chile.

Esta semana la Iglesia católica de Chile, a través de la Conferencia Episcopal Chilena, ha comunicado a su feligresía y a toda la ciudadanía en general, su "Carta Pastoral", donde se da cuenta de la situación de perdida de credibilidad de esta importante institución de la sociedad, cuya imagen ante la opinión publica se ha visto muy  afectada. Situación que se inserta en la "globalización", proceso mundial con luces y sombras, que ha traído tanto cosas buenas como también malas que afectan tanto a las instituciones que nos rigen como a las personas.
Sobre ello habla la Iglesia católica, y es una comunicación muy necesaria, ya que entrega la mirada de esta institución, y sobre la cual se puede estar de acuerdo o no, pero indudablemente es un aporte en la hora actual. Es el resultado de un proceso de introspección de la Iglesia, y comunicarlo es lo adecuado, por la importancia de ésta en nuestra vida diaria, para dejar en claro que en todas las instituciones donde hay seres humanos siempre habrá errores, lo que obliga a éstas a transparentar su accionar. Cuando una institución se encuentra fuertemente cuestionada en su credibilidad lo adecuado es que desde ésta se entregue una comunicación donde se transparente su posición al respecto. No enfrentar la realidad, o tratar de ocultarla, es el peor de los caminos ante una crisis, por eso esta carta llega en el momento adecuado y seguramente contribuirá a mejora la dañada imagen de la Iglesia ante la opinión pública.
Existe un consenso en parte importante de nuestra sociedad de que el desarrollo económico ha dejado de ser un medio para alcanzar el desarrollo integral del ser humano, se ha convertido en un fin en si mismo, produciendo un individualismo exacerbado que esta deshumanizado al hombre. Este modelo de desarrollo no hace mas feliz a las personas, y de eso habla esta carta, lo que convierte a su discurso en un acertado diagnóstico de la realidad de nuestra sociedad actual.
Seguramente habrá quienes cuestionen esta carta, pero su aporte en una sociedad democrática es innegable, pues está fundada en planteamientos éticos y morales universales sobre los que debemos regir nuestra vida en sociedad.


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