
Hoy se informa de la muerte de Alberto Achacaz Walakial, uno de los últimos miembros de la comunidad kawésqar, pueblo nómada de la Patagonia chilena, quien ha fallecido a causa de un 'shock' séptico, informó la prensa de la austral ciudad de Punta Arenas. Representante de la etnia Kawesqar que se encuentra a punto de su extinción, este pueblo que habitó la patagonia chilena y que ha sido gradual sistemáticamente exterminado por distintas vías a traves de la historia de nuestro país, principalmente en épocas pasadas por los dueños de fundos de la patagonia que daban recompensas para quien eliminara a estos indigenas.
Una pequeña reseña con información de este pueblo de los mares australes:
"Alacalufes fue el nombre que le dieron los exploradores europeos cuando navegaron por los mares australes a los kawéskar, que significa los que llevan una piel .
Habitaron los fiordos y canales del extremo sur del continente sudamericano. En sus canoas recorrían desde el Golfo de Penas y la península de Brecknock, hasta el estrecho de Magallanes y archipiélago sur de Tierra del Fuego.
Debido a las dificultades topográficas impenetrables, los kawashkar buscaron su subsistencia en la costa y en el mar, donde encontraban los productos necesarios para su alimentación, como lobos marinos, nutrias, aves, abundantes peces y mariscos.
En el mar eran muy ágiles, navegaban las tormentosas aguas del sur en unas canoas denominadas kájef, que estaban hechas de corteza de árbol, extraída con herramientas de hueso y piedra. Para construirlas las aplanaban bajo el agua, poniéndole grandes piedras encima. Para darles la forma requerida las ablandaban con fuego. Las cortezas eran cosidas en espiral, con tiras vegetales que permitían el ensamblaje de las piezas.
Tenían varios tipos de arpones y lanzas, algunos con puntas móviles que se desprendían del arma luego de impactar al animal. Piedras de mano, garrotes y una boleadora pequeña eran sus principales armas de caza marina.
Entre las herramientas destaca la fisga de pesca, que mediante una abertura a modo de mano obtenía productos del mar. Para cortar carne y leña usaban grandes y afiladas conchas de choro.
Entre los alacalufes era obligación del hombre construir las embarcaciones de troncos en las que navegaban. A la mujer le correspondía manejarlas entre las grandes olas. Ellas también cuidaban el fuego, que debía permanecer prendido para calentarse y cocinar algunos alimentos. La mujer también era la que se hundía en el agua helada para recolectar los mariscos con los que se alimentaban.
Sabían que la naturaleza no podía ser dañada, por eso sólo sacaban los mariscos que necesitaban y luego, para que volvieran a reproducirse, se iban a otras zonas a buscar más.
La familia kawésqar, cuando aún era nómada, necesitaba pocos y simples materiales para vivir: una canoa, una choza liviana de base ovalada, cubierta de pieles, cortezas y follajes de rápido montaje y desmontaje, y utensilios de pesca, caza y recolección de alimentos.
Su vivienda era un toldo desmontable cubierto con cueros de lobo marino.
Las capas de piel eran la única vestimenta que usaban los kawésqar. Habían dos tipos: una rígida de piel de foca, de una sola pieza, y otra más suelta y envolvente, elaborada con varias pieles cosidas. Collares de conchitas y moluscos o cuentas de hueso pulido, eran el adorno de las mujeres. Además trenzaban finas cuerdas a mano.
Los kawésqar se pintaban el cuerpo con una mezcla de tierra de color y grasa de foca y se dibujaban líneas negras, rojas y blancas. Con esta pintura, además de adornarse, los canoeros protegían su piel del frío y el viento helado.
Para los kawésqar los choros y cholgas eran los mariscos que debían comerse cocidos y sus conchas no podían ser arrojadas al mar. Quemar un pedazo de concha de erizo, significaba atraer al mal tiempo y al viento noroeste.
Su explicación y visión del mundo está basada en un conjunto de seres malignos que poblaban su tierra. Estos seres son un reflejo de las duras condiciones climáticas y telúricas en las que vivían.
El fuerte viento del noroeste, que da vuelta las embarcaciones y el fuego de las viviendas, eran vistos como manifestaciones de este ser maligno.
La organización social se fundaba en la agrupación familiar sobre la base de la consanguinidad de padres, hijos y abuelos, extensiva a otros parientes o allegados. La autoridad era ejercida por el padre y, más que jerarquías, existían liderazgos ocasionales y con fines prácticos, ya que ellos se movilizaban separadamente o en grupos unifamiliares".
Habitaron los fiordos y canales del extremo sur del continente sudamericano. En sus canoas recorrían desde el Golfo de Penas y la península de Brecknock, hasta el estrecho de Magallanes y archipiélago sur de Tierra del Fuego.
Debido a las dificultades topográficas impenetrables, los kawashkar buscaron su subsistencia en la costa y en el mar, donde encontraban los productos necesarios para su alimentación, como lobos marinos, nutrias, aves, abundantes peces y mariscos.
En el mar eran muy ágiles, navegaban las tormentosas aguas del sur en unas canoas denominadas kájef, que estaban hechas de corteza de árbol, extraída con herramientas de hueso y piedra. Para construirlas las aplanaban bajo el agua, poniéndole grandes piedras encima. Para darles la forma requerida las ablandaban con fuego. Las cortezas eran cosidas en espiral, con tiras vegetales que permitían el ensamblaje de las piezas.
Tenían varios tipos de arpones y lanzas, algunos con puntas móviles que se desprendían del arma luego de impactar al animal. Piedras de mano, garrotes y una boleadora pequeña eran sus principales armas de caza marina.
Entre las herramientas destaca la fisga de pesca, que mediante una abertura a modo de mano obtenía productos del mar. Para cortar carne y leña usaban grandes y afiladas conchas de choro.
Entre los alacalufes era obligación del hombre construir las embarcaciones de troncos en las que navegaban. A la mujer le correspondía manejarlas entre las grandes olas. Ellas también cuidaban el fuego, que debía permanecer prendido para calentarse y cocinar algunos alimentos. La mujer también era la que se hundía en el agua helada para recolectar los mariscos con los que se alimentaban.
Sabían que la naturaleza no podía ser dañada, por eso sólo sacaban los mariscos que necesitaban y luego, para que volvieran a reproducirse, se iban a otras zonas a buscar más.
La familia kawésqar, cuando aún era nómada, necesitaba pocos y simples materiales para vivir: una canoa, una choza liviana de base ovalada, cubierta de pieles, cortezas y follajes de rápido montaje y desmontaje, y utensilios de pesca, caza y recolección de alimentos.
Su vivienda era un toldo desmontable cubierto con cueros de lobo marino.
Las capas de piel eran la única vestimenta que usaban los kawésqar. Habían dos tipos: una rígida de piel de foca, de una sola pieza, y otra más suelta y envolvente, elaborada con varias pieles cosidas. Collares de conchitas y moluscos o cuentas de hueso pulido, eran el adorno de las mujeres. Además trenzaban finas cuerdas a mano.
Los kawésqar se pintaban el cuerpo con una mezcla de tierra de color y grasa de foca y se dibujaban líneas negras, rojas y blancas. Con esta pintura, además de adornarse, los canoeros protegían su piel del frío y el viento helado.
Para los kawésqar los choros y cholgas eran los mariscos que debían comerse cocidos y sus conchas no podían ser arrojadas al mar. Quemar un pedazo de concha de erizo, significaba atraer al mal tiempo y al viento noroeste.
Su explicación y visión del mundo está basada en un conjunto de seres malignos que poblaban su tierra. Estos seres son un reflejo de las duras condiciones climáticas y telúricas en las que vivían.
El fuerte viento del noroeste, que da vuelta las embarcaciones y el fuego de las viviendas, eran vistos como manifestaciones de este ser maligno.
La organización social se fundaba en la agrupación familiar sobre la base de la consanguinidad de padres, hijos y abuelos, extensiva a otros parientes o allegados. La autoridad era ejercida por el padre y, más que jerarquías, existían liderazgos ocasionales y con fines prácticos, ya que ellos se movilizaban separadamente o en grupos unifamiliares".
Link a sitio con información de este pueblo indígena chileno: www.kawesqar.uchile.cl/
Link con la información: Muere uno de los últimos kawésqar puros de la Patagonia chilena elmundo.es
Link con la información: Muere uno de los últimos kawésqar puros de la Patagonia chilena elmundo.es
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